viernes, 11 de diciembre de 2015

Sirena es adorada en Capuluhác

Foto: wikipedia

Toluca, Estado de México.- Habitantes del poblado de San Miguel Almaya, en el municipio de Capuluhác, Estado de México, cuentan de una mujer hermosa de torso desnudo y cola de pez que vive en las profundidades de la laguna.

La laguna en cuestión se ubica a las faldas del Cerro Quilotzin,  al poniente del pueblo. En ella algunos pobladores aún practican la pesca, retirándose a la noche por temor a ser atrapados y llevados al fondo del agua por la sirena, comentan los lugareños.

La tlanchana, nombre con el que es conocido el personaje mítico, es descrito en algunas partes del Estado de México, como una mujer de carácter voluble, que en ocasiones puede mostrar una cola de serpiente negra o de pez, en lugar de piernas.

Testimonios como el del Señor Martin Meza, originario de dicho lugar, dan cuenta de esta leyenda transmitida de generación en generación.

"Mi padre me contó que la Tlanchana llegó a las Lagunas de Zempoala, hay una historia de una persona que venía vender su leña y venía para San Miguel Almaya, se encontró a una señorita y le ofreció llevarla en su burro, y cuando llegó al pueblo la señorita se bajó y se dirigió a la laguna y ahí desapareció" precisó.

El profesor de educación primaria, Ignacio Coroy Arias, relató que en la década de los cuarentas, un deportista que entró a nadar a la laguna ya no salió a la superficie. Tras buscarlo durante una semana sin éxito, solicitaron ayuda de buzos para hacerse del cuerpo, encontrándose uno de ellos con el joven ahogado en brazos de la sirena.
"Dice nuestra gente que salió muy asustado, diciendo que lo había visto, que al ahogado lo había visto pero no estaba solo, que estaba sentado en una piedra y que una mujer muy hermosa lo estaba abrazando y lo estaba peinando, y salió rápidamente del agua asustado", señaló.

Un segundo buzo se sumergió de nuevo  sin ver a la mujer rescatando al occiso;  además, la gente que presenció el hecho dijo percatarse que cuando el joven salió a la superficie dando un último suspiro, su piel no se notaba corrompida por el prolongado tiempo inmerso en las aguas.

La leyenda de la tlanchana, se remonta a tiempos prehispánicos y fue modificándose con la llegada de los españoles a México.  

Con información de: MVT.MX

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