viernes, 13 de noviembre de 2015

Debe democratizarse la designación de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: José Luis Flores González

Foto: Twitter/@MAOGMcolectivo

Ciudad de México.- “Si el presidente de la república propone a los ministros, y el senado aprueba, evidentemente con el principio de que el que designa manda, pues los ministros son proclives a quién los propuso y a quién los designó, y en consecuencia pueden ser sujeto de directrices judiciales y evidentemente sus juicios no van a ser impecables, amén de que esa forma de designación contraviene el principio de división de poderes y por ello yo insisto que debe democratizarse esa designación”, señaló el maestro en derecho constitucional por la Escuela judicial del Estado de México, José Luis Flores González,  quien se desempeña desde hace 14 años como Juez civil de primera instancia dentro del Estado de México. 

En entrevista posterior a la publicación de su ensayo “La democratización en la designación de ministros de la SCJN” en un  diario digital; quién también fungiera como secretario de Estudio y Cuenta del entonces Primer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito por más de diez años, manifestó su postura sobre el sistema de ternas para designación de ministros de la SCJN vigente actualmente: 

“Este sistema de ternas fue establecido en la reforma de 1994, cuándo Zedillo dio un golpe de Estado al Poder Judicial de la Federación, al “de un plumazo”  acabar con los ministros que estaban en la corte  en ese momento y designar nuevos. No es para mí humanamente correcto. Nos ha mostrado este sistema de ternas que no es tan transparente, que no es tan eficaz, por lo menos en su manejo no lo ha sido”.  

En el escrito en cuestión se propone que la designación de los ministros sea mediante la elección de los plenos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los tribunales superiores de justicia de los estados, mediante un turno, en el que también se podría elegirse a un litigante o académico, con méritos para ello.

En lo referente a la manipulación o negociación de los distintos partidos políticos con el ejecutivo derivada de dicho proceso, expresó: 

“La partidocracia en México y la manera de hacer la política en México han provocado que se establezcan cotos de poder y de que se negocien precisamente esas designaciones,  esas son otras de las cosas que deben evitarse con la propuesta que yo hago; que la designación sea meramente judicial, que de los magistrados del Estado, de la república y  del empleo de los ministros, surjan los nuevos; para que precisamente no tenga una alta carga política y de partidismo la designación, y dada la función tan alta y sobre todo especializada que se tiene de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; sean eminentemente juristas con preparación, capacidad y honestidad, en la materia de derecho constitucional, y sobre todo, lo fundamental, de derechos humanos”. 

Sobre los temas que se han generado alrededor de la designación de ministros de la SCJN y que ha de resolverse en el mes de diciembre, se encuentran  el de la petición de cuota de género, es decir la presencia equitativa de hombres y mujeres en dichos cargos, a lo que opinó el entrevistado:  

“La paridad debe estar basada en los méritos sea hombre o mujer, no por números, no por matemáticas, sean hombres o sean mujeres deben llegar a la suprema corte de justicia los más capaces, los más eficientes y sobre todo, los más honestos y desprovistos de cualquier vínculo que los haga proclives, que los haga  sujetos a que sus decisiones estén apartadas de independencia, objetividad e imparcialidad”. 

Respecto al pronunciamiento social de que la Organización de las Naciones Unidas deba supervisar el proceso, apuntó:  

“No es necesario llegar a eso, no  es necesario aquí que un organismo internacional vulnere de alguna manera nuestra soberanía[…]Como dijo Colosio hace más de 18 años , México es un pueblo sediento y hambriento de justicia y la justicia constitucional, y sobre todo la justicia internacional  en materia de derechos humanos  es ahora ya un paradigma, entonces para lograr esto debemos tener ministros independientes, ministros eficaces y ministros honestos, ministros que hayan demostrado en esencia probidad y capacidad con independencia de su género y con los mecanismos jurídicos que se creen en nuestra constitución y con leyes secundarias se puede lograr eso.  

Finalmente dijo que para que estos cambios san posibles, es necesaria la voluntad política de los que tienen la facultad de crear y aprobar las leyes: 

”Mientras eso no se haga en México podemos tener muchas aspiraciones que no se van a hacer. Tenemos el presidente de la república de un partido, tenemos un Congreso de la Unión proclive a él y además tenemos una serie de partidos satélites que se inclinan a  las decisiones de los partidos mayores. En esencia la partidocracia es un obstáculo para que se logren todas estas cosas”.   

El ensayo se encuentra disponible aquí

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